«La columna vertebral», taller Salud con filosofía, para cuidar tu espalda. Actividad educativa en la Asociación Cultural Nueva Acrópolis en Almería. Estuvo a cargo de la médico de familia Isabel Alzina y los quiroprácticos Alexiane Monreal y Olivier Domme. La medicina no es sólo física. Y la filosofía no es sólo mental. Poder aplicar las ideas que consideramos verdaderas unen filosofía y medicina. Paracelso dice que la salud tiene una causa mental.
Sentido oculto de nuestra anatomía
La medicina actual tiene medios de diagnóstico, análisis y tratamiento, máquinas y tecnología. Pero existe cierta desconexión con el universo. Desconocemos las causas: suele indicarse etiología desconocida. O estrés. Las partes del cuerpo están interrelacionadas: conócete a ti mismo…, como es arriba es abajo…
Nuestra columna vertebral
Existen 7 vértebras cervicales (C), que representan lo superior, el cerebro, la perfección. 12 dorsales (D) que representan las constelaciones zodiacales, el recorrido del Sol; hay 12 costillas. 5 lumbares (L), lo humano en general, el pentágono. Y 5 sacras (S), lo más bajo, la reproducción. Y existe una relación con los planos de expresión de la naturaleza:
Etero-físico: S5-L4, la tierra, órganos de reproducción. Prana: L3-D9, la energía, vísceras, alimentación. Astral: D8-D1, movimiento del mundo emocional, la respiración, aparatos respiratorio y circulatorio. Kama-manas: D1-C2, lo mental, la plasmación, órganos sensitivos, prehensión, elaboración.
Columna vertebral como serpiente
Existe una relación simbólica ancestral entre la serpiente y la columna vertebral debido a su gran parecido. Nacemos por la boca de la serpiente. Representa el segundo nacimiento de la iniciación. La serpiente junto a un árbol es el ser humano: la raíz en el sistema nervioso central (SNC) que se ramifica hacia abajo al resto del cuerpo. La serpiente reptando, sinuosa, representa lo inferior, las pasiones; vertical representa lo superior, la iniciación del faraón, etc. El sacro representa lo sagrado, donde descansa la energía solar de Kundalini.
La columna vertebral como centro energético
En relación con los dos sistemas principales: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA lo conforman los sistemas simpático y parasimpático, vinculados a la supervivencia. La columna conecta la cabeza con todos los órganos según el nivel de la raíces nerviosas y por tanto, puede ser causa de dolores en dichos órganos.
El Caduceo
Representa en todas las culturas el movimiento de la evolución. Las energías Ida, Pingala y Sushumna o eje central, el equilibrio. En Egipto simbolizadas con las diosas Isis y Neftis: Las dos serpientes cantoras, en relación con Kundalini, Ida y Pingala (sistemas parasimpático y simpático).
Técnicas
La charla terminó con valiosos consejos sobre higiene postural y ejercicios hipopresivos, isométricos (posturas fijas) y para el síndrome cruzado anterior. Igualmente se dieron consejos para incrementar la densidad ósea. Se recomendaron alimentos vitales para la conservación de huesos y articulaciones, como el colágeno, magnesio (Mg), ácido hialurónico, vitamina C, condroitín sulfato, etc. y una serie de complementos nutricionales. Se recalcó la importancia del deporte acorde al estado de cada persona, para el sistema inmunitario, para disminuir la presión arterial o para mejorar el estado de ánimo y la salud mental.
Conclusiones
«Hay una inmensa inteligencia en las estructuras de nuestro cuerpo, de esto deducimos que ha sido construido, ideado, moldeado. Es decir, en el cuerpo humano tiene que haber algo que nos hable del Universo, misterios que aún no sabemos que sean un reflejo de lo sagrado.
Los antiguos estudiaron la anatomía con la idea de que el cuerpo humano es el templo del alma. Tal vez deberíamos considerar este enfoque de que somos un alma que tiene un cuerpo, y no un cuerpo que tiene alma. Hemos perdido desafortunadamente esta idea de conexión del hombre con el universo y se centra exclusivamente en el estudio profundo de la anatomía, del tejido, de la división y de la célula.
Según las civilizaciones estaban preocupados no tanto por la forma, sino por las energías que gobernaban las formas. Después, cuanto más nos acercamos a nuestro tiempo más nos interesa lo físico y más conocimientos perdemos de lo demás. Hay cosas que debemos recuperar y otras están por descubrir. Hay que respetarlo y cuidarlo para que sirva bien a nuestros propósitos, los grandes y los pequeños».