Desde La Iliada hasta la Guerra de las Galaxias, casi todas las grandes historias, siguen el mismo arco narrativo: el viaje de héroe. Para los antiguos griegos, el heroísmo no era una misteriosa virtud reservada para unos pocos elegidos, sino una serie de habilidades que todos podemos elegir desarrollar; para ello necesitamos fortaleza, tener una actitud recta ante la vida, dirigir nuestras emociones aprendiendo a ver lo mejor de los demás, y saber transitar las dificultades de la vida.
¡Las semillas del heroísmo están en tu interior, sólo tienes cultivarlas!