Filosofía del riesgo, conferencia pronunciada por el Prof. Antonio Burgos, director en Almería de Nueva Acrópolis, que inauguró el ciclo titulado “Arriésgate por un mundo mejor”.
Filosofía del riesgo parece suponer la posibilidad de perder algo, asociado a un exceso de confort, que no es malo. Lo malo es convertirlo en el objetivo, lo que acaba durmiendo algo en el ser humano. Se relaciona con lo físico (deportes de riesgo) o con lo económico (más dinero, poder, triunfo). Desde el punto de vista de la Filosofía como Amor a la Sabiduría, debe asociarse a la búsqueda de aquello que aún falta, a la posibilidad de ganar algo. Toda búsqueda implica un riesgo, si no, siempre estaremos en el mismo sitio. El Amor implica riesgo, es generoso, independientemente de ser correspondido o no.
Para el crecimiento interior se requiere riesgo inteligente, no el peligro; calculado, no se arriesga todo lo que se tiene, salvo momentos excepcionales. ¿Pasamos por la vida como un aventurero o como un turista? Hay que aceptar el riesgo, el miedo, para poder crecer. El pánico paraliza; el miedo impulsa un cambio en la vida, ante lo desconocido. El temor a la muerte es aceptar la esclavitud. Aceptar el miedo es aceptar la incertidumbre, el riesgo que permite crecer.
Coherencia es una cierta armonía en el hacer, el sentir y el pensar. La libertad ni se pide ni se da, se ejerce. Y ejercer la libertad supone aceptar riegos. Es la capacidad de elegir lo mejor, frente a las modas y la publicidad, el riesgo de la imagen personal. Filosofía es conocerse y atreverse a cambiar lo que se quiere cambiar, aceptar ese pequeño desequilibrio que permite caminar y sentir el vértigo de estar de pié, de ver cosas nuevas. Nadie está solo, tiene la Filosofía y tiene a los filósofos. La vida tiene sentido, nos arriesgamos por algo importante, por un Sendero. Y la vida ayuda y apoya al que se arriesga.