Nueva Acrópolis Castellón se sumergen en la cultura local

La historia (ya sea de un pueblo, de una nación, de una región…) es la huella que imprimen los seres humanos en el tiempo, el legado que nuestros antepasados nos dejaron, con sus actos e ideas dejando restos arqueológicos y registros que nos permiten estudiarlos, para así comprender mejor sus aciertos, para elogiarlos e imitarlos, y sus errores, para procurar evitarlos.

Así pues, ¿qué mejor marco que uno de los castillos de la provincia de Castellón para analizar y estudiar este legado?


Algunos veteranos de la Nueva Acrópolis Castellón acompañaron e hicieron de guías a varios alumnos de los primeros cursos de Filosofía para Vivir que ofrece Nueva Acrópolis en el Centre Cultural Castàlia, a través de la historia del Castillo de Alcalà de Xivert, de legado musulmán, templario y morisco.

Testigo de la convivencia de musulmanes, cristianos y judíos, el castillo fue tomado, ocupado, asediado y, sobre todo, habitado, por varios pueblos que dejaron su particular impronta, respetada por el tiempo, y visible a los ojos de quien sabe mirar sus trazos.

Tras algunos imprevistos en la llegada y un poco de suerte, los visitantes se encontraron con un taller organizado pro un grupo de recreación histórica, que explicó varios detalles sobre la pintura y el método de copia manuscrita de libros en la época medieval.

Poco después, los restos del poblado junto a la muralla del castillo demostraron detalles sobre la convivencia de los pueblos, y cómo la historia que escriben los vencedores a veces deja fuera ciertos detalles que son capaces de cambiar por completo la perspectiva, e incluso la opinión, que podemos tener sobre un pueblo.

Y después de comer, una sesión de cuentos con moraleja que hizo que se produjeran unos animados debates en los que todo el mundo dio su punto de vista.

Se culminó la excursión con una visita a la Ermita de Santa Llúcia, ubicada en un antiguo asentamiento de poblados que data de la Edad de Hierro. Una vez más, se vio el poder que tienen los símbolos y cómo su sentido primordial es capaz de pervivir, por más que las distintas corrientes de pensamiento y religiosas los bañen de su forma particular.

En conclusión, fue sin duda un gran día, lleno de convivencia, aprendizaje y lecciones por aprender… o más bien, por recordar.

Author: Castellón

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