Paideia entrevista en esta ocasión al filósofo y maestro escultor Francisco Sánchez con la intención de acercar al público la Piedra de Rosetta. Esta, fue hallada en Egipto en el año 1799 por los soldados de Napoleón Bonaparte en la campaña que llevó a cabo en ese país contra Inglaterra entre 1798 y 1801. La célebre losa permaneció muda hasta que en 1822 el erudito francés Jean François Champollion consiguió descifrarla.
Había logrado, nada menos, la clave que permitiría leer la antigua escritura egipcia. La Piedra de Rosetta contiene un homenaje al buen gobierno del faraón Ptolomeo V El Ilustrado grabado en tres tipos de escritura; griego, jeroglífico y demótico.
Al perder Francia la guerra se vio obligada a entregar esta joya de incalculable valor arqueológico a Inglaterra, que la expone en el Museo Británico, siendo una de sus piezas más visitadas.
Gracias a este descubrimiento, se ha dado un gran paso que acerca a la civilización egipcia. Sin embargo, sigue teniendo un halo de misterio todo lo que rodea del Antiguo Egipto y en especial la Piedra de Rosetta posee un misterioso magnetismo.