«En busca del sentido» (Viktor Frankl) es hoy un tema crucial de la filosofía. Así lo expuso Carmen Gálvez, instructora de la Escuela de filosofía a la manera clásica Nueva Acrópolis en Almería. Viktor Frankl fue un neurólogo, psiquiatra y filósofo. Y vivió una experiencia crucial. Nace en Viena en 1905, en una familia judía acomodada. En su juventud tiene inquietudes políticas. Estudia en la universidad psicología y medicina. Trabaja después como neurólogo y psiquiatra. Tras la ocupación es deportado con su familia a Praga. Estuvo en los campos de concentración de Auschwitz y Dachau. Y sobrevivió. Fue liberado por las tropas norteamericanas.
Existe la necesidad y la capacidad de entender el comportamiento humano, de los presos de los campos de concentración. Aprender de cada situación. En base a todas estas experiencias escribe el libro El hombre en busca de sentido. Investiga por los motores humanos: ¿instintos, poder…? Llega a la conclusión que el motor es encontrar una razón para vivir. Hay dos tipos de razas en la comunidad humana: los decentes y los indecentes (sin escrúpulos). Aún en los últimos busca Viktor Frankl algo bueno.
Algunas ideas o claves observadas durante su experiencia y recogidas en sus libros:
- Ningún ser humano puede sobrevivir si no tenía un sentido de la vida. Es algo que no se inventa, el hombre tiene que descubrirlo. Es una vivencia íntima. ¿Tiene un sentido? Sí. Hay que buscarlo en el mundo interior para darle valor a la vida. En situaciones difíciles, revivir los recuerdos. Preguntarse para no caer en la indiferencia. El meta sentido no es racional. Para la ciencia no es aprehensible, lo que no quiere decir que no exista. Puede faltar la capacidad de comprensión de ese sentido; hay que desarrollarlo. Los presos se preguntaban: ¿nos liberarán? ¿Todas estas muertes tienen sentido? ¿Para qué sirve la liberación si no se entiende todo esto? Importa aprender la significación, la perspectiva. No esperar a la situación propicia. No se puede esperar a que la «vida se arregle». Buscar en cada instante. La vida hace que respondamos. Crea la «teoría de la logoterapia» (Tercera Escuela de Viena), en la que recalca la relación psicosomática del hombre, la realidad espiritual. Que se vea en lo cotidiano. Hay un sentido inmediato y un sentido último o meta sentido.
- Conciencia moral: el órgano del sentido. La carencia de sentido está muy extendida. La educación debe proveer esa conciencia moral. Despertar en los niños esa capacidad de estar en la vida, de leer la vida. Sensibilidad a las leyes de la vida. «La sed demuestra la existencia del agua». Luego la naturaleza tiene un sentido profundo.
Tres pasos o vías para encontrar el sentido o los valores:
- Valor de creación o de acción. Que tenga empresas nuestra forma de ser. Creación y acción no son algo anónimo.
- Valor de experiencia. Como la amistad, la convivencia o el amor. Descubrir al ser que tenemos delante y ayudarle a crecer. Toda experiencia es significativa. La belleza, la justicia. Son significativos y pueden compartirse.
- Valores de actitud, posición y reacción. Saber afrontar situaciones difíciles y complejas. Capacidad de reacción en cada situación según su propia naturaleza. Somos los dueños de nuestras reacciones. Depende de nuestra libertad. Probarnos. ¿Cuál es mi respuesta? Un ser humano es el reflejo de las respuestas que dé a los demás. Cultivar la fortaleza interior para no ser reactivo. Observarse en la vida cotidiana.
El Hombre es responsable de encontrar el sentido de la vida, de la existencia. Nadie puede forzar a nadie, existe la libertad. Puede ser más fácil dejarse llevar por cómo actúan los demás, por conformismo, o hacer lo que nos dicen. La vida nos habla: hay que saber dialogar con ella. Libertad de reacción. Cuando nada nos pertenece, nos pertenece la propia dignidad. La autorrealización no está en la mera felicidad personal, en el psicologismo, que se agota. Vivir por un Ideal o vocación de mejora del mundo y de los demás seres humanos. Vocación de trascendencia. Despersonalizarse, no darse tanta importancia, tomarse a sí mismo con sentido del humor. Ser filósofo: buscar las causas de las cosas. Todo hombre que vive así es un ejemplo para otro. Es una luminaria.